La motociclista española Laia Sanz aseguró este lunes que su noveno Dakar le está resultando de todo menos divertido porque apenas ha podido disfrutar en las siete etapas que ha completado hasta ahora.
"Hoy ha sido un día muy feo, con una especial (tramo cronometrado) muy desagradable de hacer. Hay sitios por los que ya hemos pasado tres veces, y podéis imaginar cómo estaba de 'fesh-fesh' (arena muy fina)", contó Sanz tras terminar la séptima etapa, de 323 kilómetros de competición.
La catalana comentó que en este año no hay tanta arena como decían que habría al inicio del rally, que se disputa íntegramente sobre el desierto peruano, y que a cambio ha encontrado mucho 'fesh-fesh'.
"El fesh-fesh es peligroso y no se disfruta en absoluto. Es fácil hacerse daño porque no se disfruta. A ver si cambia el año que viene porque esto no es muy bonito", recalcó.
Sanz explicó que otros motivos por los que este Dakar no le está resultando nada agradable es porque durante los primeros seis días de competición apenas ha podido comer bien por una gastroenteritis que le afectó en los cinco primeros días de competición.
Además, la catalana llegó a este Dakar sin apenas haberse subido a la moto en varios meses por una infección vírica y bacteriológica que incluso la obligó a plantearse si podría participar en esta edición del rally más duro del mundo.
"Ahora ya estoy comiendo bien, pero seguro que todo junto está pasando un poco de factura. Hasta hoy físicamente he aguantado bien pero hoy he pegado un bajón, pero creo que se junta todo", indicó Sanz.
Sobre sus posibilidades de acabar el Dakar entre los quince primeros nuevamente, Sanz apuntó que no se fija ningún objetivo y que su intención es ir etapa a etapa para no arriesgar y ampliar así su récord de cero abandonos en la carrera, en la que participa anualmente desde 2011.