Gerard Soler
Santiago de Chile, 24 ene .- Después de cinco años alejado del Dakar, el piloto chileno Francisco 'Chaleco' López regresó este 2019 al rally más duro del mundo y lo hizo por la puerta grande: con un triunfo al volante de un 'buggy' en su debut en la categoría UTV.
El piloto explica en una entrevista con Efe que antes del inicio de la carrera las sensaciones eran buenas y después de la primera etapa en suelo peruano se dio cuenta de que tenía muchas opciones de pelear la victoria en UTV (vehículos utilitarios todoterreno), que desde 2017 es una categoría propia.
"El primer día me di cuenta de que estaba delante, a buen ritmo, y que mi auto era competitivo", señala 'Chaleco' López, de 43 años.
Los nubarrones asomaron en la cuarta etapa, cuando el chileno perdió más de una hora en la clasificación, aunque logró completar una segunda semana de carrera sin problemas ni incidentes mientras sus rivales caían como moscas.
El regreso de 'Chaleco' al Dakar fue inesperado. En 2015, después de ocho años corriendo el rally en moto y de subir dos veces al tercer cajón del podio, decidió parar.
Reconoce que estaba saturado de Dakar y que quería pasar más tiempo en familia. "Era mucho tiempo en el desierto, lejos de la familia. Me casé el mismo año en que me bajé de las motos y mi camino iba a ser estar más en casa, formar una familia y buscar un deporte más seguro como los autos", explica.
Empezó a correr el campeonato chileno de rally para perfeccionar sus habilidades al volante, pero se olvidó por completo del Dakar hasta el año pasado, cuando se dejó seducir por los UTV, una categoría en auge que ya ha atrapado a otros expilotos de motos como el español Gerard Farrés o al portugués Rubén Faria.
"Hasta el año pasado, esta categoría no era atractiva para mí. No tenía mucha cobertura, había solo uno o dos pilotos rápidos y llamaba la atención, pero no tanto como este año", afirma 'Chaleco'.
En su opinión, el trazado plagado de dunas en Perú favoreció los vehículos UTV, pequeños buggys muy livianos que se mueven por la arena como pez en el agua.
"El año que viene seguramente van a llegar más pilotos competitivos, expilotos de motos, pilotos de autos y de otras disciplinas 'off road', y cada vez tendrá más fuerza", vaticina el chileno.
La transición de las dos a las cuatro ruedas en el Dakar ha sido inmejorable, más allá de los buenos resultados al final de la carrera.
"El auto se disfruta mucho, sobre todo en las dunas. Estos 'buggys' van muy bien, son muy similares a una moto, rápidos, livianos, fáciles de trepar y por ese lado lo estoy disfrutando tanto como una moto", afirma.
Y el regreso al día a día del rally también ha sido gratificante. Cree que el Dakar mantiene intacta la mística, el espíritu nómada que lo caracteriza, aunque la ausencia de más países en la organización le resta relevancia e impacto mundial.
"Yo estaba acostumbrado a pasar países, a ver los diferentes tipos de culturas, las banderas. Se veía el cambio de geografía, de los colores y cómo la gente esperaba a los pilotos locales. En la fiesta faltó un poco esa magia", reflexiona.
De cara al futuro, 'Chaleco' tiene la firme intención de volver a correr en 2020 para defender el título, aunque aún no ha empezado a planificar.
Depende también, en parte, de que el Dakar regrese a Chile, algo en lo que el Gobierno está trabajando, según pudo saber el piloto de primera mano este miércoles cuando fue recibido por el presidente Sebastián Piñera en el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo.
"Ayer estuve con el presidente y la ministra del Deporte (Pauline Kantor) y tienen todas las intenciones de que vuelva a Chile, pero no está cerrado todavía y hasta que no se firme el contrato no hay nada", concluye.