En Volkswagen trabajan sin descanso en el lanzamiento del nuevo T-Cross. Sin embargo, los alemanes están corriendo un gran riesgo con este SUV del segmento B. Y son dos los motivos.
El primero es, básicamente, que llega tarde. Y es que en el mercado ya encontramos una amplia gama de este tipo de vehículos. Tenemos, entre otros, el Kia Stonic, el Seat Arona, el Fiat 500X o el Peugeot 2008.
El coste demasiado elevado del Volkswagen T-Cross
Pero el que este Volkswagen tenga ya tantos rivales en el mercado no es el único problema que tiene este SUV alemán. El otro, y más importante, es su precio. Y es que estamos hablando de que su versión de acceso cuesta 18.990 euros.
De hecho, desde la compañía esperan que el más vendido sea la variante de gasolina de 115 CV con el acabado Advance, que sale por 21.310 euros. Un precio más cercano a los modelos del segmento C. Y es que si comparamos este coste con los de sus competidores, el T-Cross lo tiene crudo.
Por ejemplo, lo comparamos con el Seat Arona, con el que comparte plataforma. Con un motor 1.0 TSI de 115 CV y el acabado Xcellence, que es el de alta gama, nos cuesta 19.700 euros.
Asimismo, un KIA Stonic muy equipado con un motor de 120 CV y cambio automático nos cuesta 19.770 euros.
O un Fiat 500X, que también tiene un precio muy inferior. Como el Opel Crossland X, que en su gama más alta y con un motor de gasolina de 130 CV no cuesta más de 19.554 euros.
En el segmento C los hay de más baratos
Y ojo, porque no solo los modelos del segmento B son un problema para el Volkswagen T-Cross. Un T-Roc, que ya pertenece al segmento C, cuesta 22.760 euros. Asimismo, el Seat Ateca tiene un precio de partida de 19.610 euros, mientras que el Hyundai Tucson parte en los 18.500 euros.