Los Mercedes-AMG GLC 63, tanto el SUV como el coupé se distinguen por un nuevo diseño de los faros y por el sistema de infoentretenimiento, y, además, han batido el récord de vuelta para SUV en el mítico circuito de Nürburgring
Tanto el SUV como el coupé, presentados en el Salón del Automóvil de Nueva York, se distinguen por un nuevo diseño de los faros, aún más llamativo, y por el sistema de infoentretenimiento MBUX con funciones e indicaciones específicas de AMG. Su dinamismo se ha acentuado y mejorado su conectividad y manejo mediante gestos.
Propulsados por un motor biturbo de ocho cilindros, los modelos GLC 63 4MATIC+ de Mercedes-AMG cuentan con el nuevo sistema de control de estabilidad AMG DYNAMICS y el diferencial autoblocante en el eje trasero, que trabajan ahora de serie con regulación electrónica.
El máximo disfrute al volante es posible gracias al tren de rodaje con suspensión neumática y amortiguación adaptativa regulable, la tracción integral con distribución completamente variable de par y el sistema de frenos de alto rendimiento con discos compuestos. El SUV de altas prestaciones en formato mediano ofrece amplio espacio para pasajeros y para equipaje, un habitáculo variable, un generoso equipamiento de seguridad y todo lo necesario para ofrecer a sus ocupantes un alto confort en recorridos largos.
El Mercedes-AMG GLC 63 S 4MATIC+ (consumo de combustible en el ciclo mixto: 12,4 l/100 km, emisiones de CO2 en el ciclo mixto: 283 g/km) ostenta hoy por hoy el récord mundial para SUV en el circuito histórico Nürburgring con un tiempo por vuelta medido y legalizado notarialmente de 7:49,369 minutos.
El SUV y el coupé están disponibles en dos variantes diferentes, la básica y el modelo S. El motor V8 biturbo de 4,0 litros desarrolla 476 CV o 510 CV, el par motor máximo asciende a 650 o 700 Nm. El GLC 63 4MATIC+ acelera de cero a 100 km/h en 4,0 segundos, el modelo S incluso en 3,8 segundos.
La velocidad máxima asciende a 250 km/h en el modelo básico (limitada electrónicamente; 270 km/h en combinación con el paquete AMG Driver). En los modelos S, alcanza los 280 km/h. El impresionante dinamismo se debe también al tren de rodaje AMG RIDE CONTROL+ con suspensión neumática y amortiguación adaptativa regulable —que incluye ahora como equipamiento de serie para todas las variantes un diferencial autoblocante con regulación electrónica en el eje trasero— y a los apoyos dinámicos del motor, que se montan de serie en los modelos S.