Tal y como viene recogiendo últimamente El Desmarque, el mercado de automóviles está sufriendo importantes cambios.
Por un lado, las fuertes medidas anticontaminación que se están aplicando en la Unión Europea. Algo que implica a las empresas del motor invertir más en la creación de sus modelos con tal de cumplir con las normativas. Un gasto que termina repercutiendo en el consumidor, que cada día se piensa más el hecho de invertir en un coche. Algo que se nota considerablemente en la bajada de ventas que se está produciendo en los últimos tiempos.
Por otro lado, las necesidades han llevado a muchos usuarios a optar por los SUV y dejar a un lado los modelos convencionales.
Cambios en el mercado del automóvil
¿El resultado? Muchas marcas se ven obligadas a cambiar sus estrategias, lo que desemboca en que las compañías prefieran invertir más en sus modelos estrella y dejar de gastar en sus modelos menos rentables.
Así es como Seat se carga el Toledo, Ford elimina el Ka, el C-MAX y el Grand C-MAX, o Fiat dejará de fabricar el pick up Fullback.
Mercedes se carga dos modelos
Una lista a la que se suma ahora Mercedes-Benz. La marca alemana está ultimando el desarrollo del nuevo Clase S, pero para la nueva generación dejará de fabricar los S Coupé y S Cabrio. Dos modelos que rondan los 100.000 euros y que están suponiendo un problema para la firma germana.
Los responsables de la empresa de la estrella consideran que la competencia en el mercado de los GT es cada día más dura e implica gastos más elevados. Además, el catálogo de tipos de carrocería es muy amplio, y los alemanes quieren recortar el elevado número de variantes.
Por otro lado, en Mercedes se encuentran trabajando en las últimas fases del desarrollo de los nuevos Mercedes SL, que es de una categoría distinta, pero ya tendrá ese aire deportivo que actualmente tienen los S Coupé y S Cabrio. Es decir, podrá seguir compitiendo con los BMW Serie 8, Bentley y Aston Martin.