Juan Antonio Lladós
Mugello (Italia), 29 may .- El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V), líder en la clasificación provisional del mundial de MotoGP, afronta este fin de semana en el Gran Premio de Italia que se disputa en el trazado de Mugello, un nuevo y complicado reto.
El trazado de la Toscana italiana no es de los más favorables para el piloto de Repsol Honda, que sólo ha ganado en una ocasión desde que está en MotoGP, en el año de sus diez victorias consecutivas, 2014.
Antes, Marc Márquez sí lo hizo en Moto2 (2011) y 125 c.c. (2010), si bien se antojan unas estadísticas "cortas" si se comparan con las siete victorias del italiano Valentino Rossi o las seis de su compañero de equipo, Jorge Lorenzo.
En cualquier caso la cita de Mugello será una excelente "piedra de toque" para saber el verdadero potencial de la dupla formada por Marc Márquez y su Repsol Honda, mecánica que el siete veces campeón del mundo dice ser una de las más equilibradas y potentes que ha empleado desde que está en MotoGP y, desde luego, sus resultados en lo que va de temporada le avalan pues salvo el error de Austin en forma de caída, en un trazado en el que era el auténtico "rey",su peor resultado es un segundo.
Una magnífica secuencia si se tiene en cuenta que ha tenido que afrontar citas que no eran habitualmente propicias ni para él ni para las características de su moto, como podría ser Catar -segundo- y Francia -primero-, que le permiten llegar a Italia con ocho puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor, el italiano Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP19), mucho más regular que en anteriores temporada pues en 2018 llegó a Mugello con una desventaja de 41 puntos y en 2017 eran 33 los puntos que perdía con Márquez.
Ellos, Márquez y Dovizioso, se perfilan como los grandes aspirantes a la victoria en el bello y técnico trazado de la Toscana, en el que la velocidad máxima a final de recta es de las más altas de todo el campeonato, aunque por su bagaje personal bien se debiera tener en cuenta tanto a Valentino Rossi como a Jorge Lorenzo, los pilotos en activo con más victorias en Mugello.
Lorenzo es el último vencedor. Aquí, en el trazado italiano, se enteró del desinterés de Ducati por seguir contando con sus servicios ante su bajo rendimiento con la Desmosedici y el de Palma de Mallorca, todo coraje y pundonor, ganó entonces su primera carrera para anuncia unos días después que sería el sustituto de Dani Pedrosa en el equipo Repsol Honda.
Aquí, en Mugello, bien podría el cinco veces campeón del mundo resarcirse de quienes han puesto en tela de juicio su rendimiento con la nueva moto y "arrancar" una nueva victoria, ahora con la Repsol Honda RC 213 V, que sumar a las conseguidas en 2018, 2016, 2015, 2013, 2012 y 2011.
Por su parte, Valentino Rossi parece tenerlo algo más complicado, pues aunque suya fue el año pasado la mejor posición de la formación de salida -luego acabó tercero la carrera-, su última victoria data de un muy lejano 2008, el año que concluyó su secuencia ininterrumpida de siete victorias en el que era su circuito más icónico, con las laderas siempre inundadas con las banderas amarillas de sus decenas de miles de seguidores y en donde siempre estrena diseño de casco.
Junto a ellos debieran estar, al menos, una Yamaha YZR M 1 y una Suzuki GSX RR, las de los españoles Maverick Viñales y Alex Rins, que por distintos motivos, el primero por dos caídas no provocadas por él -fue embestido por otros pilotos- en Argentina y Francia, y por bajo rendimiento técnico en Francia el segundo, no protagonizaron los resultados que de ellos se esperaba.
Un mal menor, al menos, en el caso de Alex Rins, quien se encuentra tercero en la clasificación provisional del mundial, en tanto que Viñales está en una más discreta décima posición.
Otros, como Pol Espargaró, llegan a Mugello espoleados por su excelente resultado sobre la KTM RC 16 en Le Mans -sexto-, lo que les motiva para continuar en la misma línea y conseguir dar el paso adelante que les permita estar de manera asidua entre los mejores de la categoría.
El caso de su hermano Aleix es distinto, pues el mayor de los Espargaró tendrá por objetivo darle a la Aprilia RS-GP el mejor resultado posible en un trazado que es casi como "de casa" para el fabricante de Noale.
Joan Mir necesita también un buen resultado para evolucionar y coger confianza con su nueva Suzuki GSX RR después de cuatro carreras sin sumar un sólo punto, en tanto que el caso de Tito Rabat es bien distinto, pues aunque el barcelonés sabe lo que es ganar en Mugello, lo hizo en 2014 y 2015 en Moto2, las prestaciones técnicas de su Ducati Desmosedici GP18) le alejan y mucho de optar, incluso, a estar entre los diez primeros, lo que para él sería un resultado casi de ensueño.