En Volvo están decididos a ampliar su catálogo. Así lo confirman las informaciones que se han desprendido desde la compañía sueca, donde están trabajando ya en cubrir un nicho de mercado que tienen vacío.
Nos referimos al segmento de los B-SUV, es decir, los SUV utilitarios, donde Volvo todavía no tiene ningún modelo pero, en cambio, otra marcas ya han colocado alguno nuevo modelo.
Audi lo ha hecho con el Q2, mientras que BMW también tiene su X2. Sin olvidar el Mini Countryman. Una estela que seguirá Volvo muy pronto. Y es que en los estudios de ventas estos modelos gozan cada vez de más popularidad entre los consumidores. De hecho, el Countryman ya está en su segunda generación.
En este sentido, en Volvo, como en muchas otras marcas, creyeron que la creación de un SUV pequeño podría influir en las ventas de otros modelos de la gama.
Sin embargo, existen informes que demuestran que eso no les ha ocurrido a compañías como BMW o Volkswagen, que también están triunfando con el T-Roc. Es decir, la puesta a la venta de un B-SUV por parte de Volvo no debería interferir en las ventas del XC40, que es el modelo que tendría por encima. Y parece que ya han movido ficha en esta dirección.
Un modelo que, según señalan algunas voces del entorno de la marca sueca, estaría construido sobre la plataforma CMA, y cuyo inicio de fabricación se sitúa a finales de este mismo año. Los planes pasan por que existan versiones gasolina, híbridas enchufables y completamente electrificadas.
Asimismo, en Volvo esperan poder poner en el mercado el que sería el cuarto SUV tras los XC40, XC60 y XC90, a finales de 2020 o inicios de 2021.