Sin duda alguna en Peugeot no podrían estar más contentos con el buen rendimiento que les está dando su SUV más vendido, el 3008. El todocamino urbano de tamaño medio es la principal competencia del Nissan Qashqai.
Y ojo porque en los últimos meses las distancias se han recortado, y mucho. Si bien es cierto que el modelo japonés sigue estando por delante, la supremacía que tenía hace un tiempo se ha visto en peligro por la llegada del 3008.
Y es que en Peugeot han trabajo mucho y muy bien para lanzar al mercado un SUV con un diseño muy atractivo y una gama de motores que cumplen con las pretensiones de todos sus clientes.
El problema del Peugeot 3008
Sin embargo, como bien saben en la marca gala, este exitoso Peugeot 3008 tiene un problema. Y no es precisamente un problema menor. Hablamos del volante, precisamente una de las señas de identidad del modelo francés.
En Peugeot dejaron a muchos sin palabras hace un tiempo cuando empezaron a diseñar volantes más pequeños de lo norma y con una forma no redonda sino ovalada. Algo que, al final, ha acabado restando puntos en este 3008.
Y es que el diseño de este volante unido a un cuadro de instrumentos también algo peculiar ha acabado por ofrecer una postura de conducción cuanto menos diferentes. Incómoda, de hecho, para muchos.
Es por eso que, tal y como cuentan desde dentro, lo más probable es que de cara a la nueva generación del 3008 el volante pase por un proceso de rediseño. Al fin y al cabo, es de los pocos peros que se le pueden poner a este modelo y, por suerte, un pero con arreglo fácil.