Mazda ha presentado en el Salón del Automóvil de Tokio el Mazda MX-30, el primer coche eléctrico de la marca y que llegará a los concesionarios en la segunda mitad de 2020.
Un SUV que ha sido desarrollado pensando en conductores que quieren adquirir un vehículo eléctrico sin renunciar al placer de conducción. Es un coche con una batería, no una batería con ruedas, aseguran en la marca. Mide 4.395 mm de longitud, 1.795 de ancho y 1.570 de altura.
El modelo está fabricado con materiales ecológicos, tiene puertas freestyle y monta una batería de iones de litio que le proporciona una autonomía de aproximadamente 200 km, más que los 48 km que un conductor europeo recorre de media al día. Pero que no garantiza autonomía suficiente para largas distancias.
El llamado sistema e-Skyactiv integra la batería en la estructura de la carrocería del vehículo de una manera que incrementa la rigidez general y proporciona una mejor respuesta a las acciones del conductor.
Han dotado al Mazda MX-30 de un sistema electrónico de sonido, que está sincronizado con el par motor en frecuencia e intensidad de sonido. Esta medida produce menos variaciones en la velocidad del vehículo y una conducción muy estable.
Las puertas freestyle -la puerta trasera tiene apertura inversa- aportan al habitáculo una silueta característica y elegante, al tiempo que facilitan el acceso tanto a las plazas delanteras como a las traseras.
En el interior han introducido materiales respetuosos con el medio ambiente. Han sustituido gran cantidad de piel auténtica por una alternativa “vegana”. Incluso se ha empleado corcho en la consola flotante central.
Con el Mazda MX-30 "hemos creado un vehículo eléctrico que ofrece una experiencia absolutamente novedosa, con un diseño exterior e interior y un comportamiento dinámico extraordinario en línea con nuestra tradición, para que nuestros clientes sigan disfrutando de ese placer al volante legendario de Mazda", afirma la marca japonesa