El 2019 no está siendo un buen año para Citroën Racing. Sébastien Ogier e Ingrassia empezaron muy bien venciendo en los rallies de Monte-Carlo y México. Pero fue un espejismo.
Los problemas que han ido apareciendo en el C3 WRC durante las últimas temporadas no han dejado de multiplicarse en campeonatos posteriores, poniendo en serios apuros tanto a Ogier como a Esapekka Lappi.
El peor momento se dio en el rally de Catalunya, en el que unos problemas en la dirección asistida nada más comenzar la competición dinamitaron cualquier opción del francés.
Un percance que ha llevado al súper campeón a abandonar el equipo, y ello ha derivado en una decisión drástica de Citroën. La firma francesa ha decidido retirarse este mismo año.
Los galos, que tenían intenciones de abandonar en 2021, han adelantado la fecha, según anuncian, al no haber otros pilotos de primera línea disponibles para ocupar la plaza de Ogier. Aunque todo apunta más bien a que la fábrica no se quiere embarcar en un proyecto que sabe que no irá por buen camino.
Por su parte, el piloto apunta ahora a Toyota, que tras la salida de Ott Tänak y la incertidumbre de la continuidad de Jari-Matti Latvala, estarían haciendo cuentas para hacerse con sus servicios.
Una noticia que contrasta con la que PSA comunicaba hace unos días, cuando confirmó la presencia de Peugeot en Le Mans.