Hay ciertas marcas que, ya solo con el nombre, despiertan mucha admiración. Range Rover es una de ellas. Los ingleses siempre se han caracterizado por ser un fabricante de modelos todoterreno con un aire muy premium.
El problema, como le ha pasado también a Jeep, es que no se esperaban este auge de los SUV. En teoría, lo tenían todo para triunfar: llevaban diseñando y fabricando este tipo de modelos toda su vida.
Pero no contaban con el hecho de que las marcas generalistas iban a apostar por este tipo de carrocerías de una forma tan evidente. Si bien es cierto que Mercedes, Audi y BMW ya hacía años que venían fabricando SUV de gran tamaño que competían con los Range Rover, ver como Nissan o Seat se han adueñado del mercado es algo que no ha dejado indiferente a nadie.
Es por eso que los ingleses tienen en mente llevar a cabo un cambio en sus modelos. Ojo, no nos referimos tan sólo al apartado mecánico. Allí, como era de esperar teniendo en cuenta la tendencia que está cogiendo el mercado, los británicos también optarán por ir a por los eléctricos.
Es en el diseño y en sus líneas dónde, muy a su manera, Range Rover opta por dar un salto adelante. Y es que, como apuntan desde Inglaterra, la idea pasa por crear un SUV que esté al borde de los vehículos de lujo como Bentley o Rolls-Royce.
En este caso vemos en este nuevo modelo avanzado por el diseñador Avarvarii en su página de Facebook cómo Range Rover tiene muy claro que debe dar un salto adelante en el diseño para poder optar a cotas más altas.
Un cambio radical con el que los ingleses quiere resituarse en un mercado que dominaban hace un tiempo y que ahora se les ha girado en contra.