En Volkswagen saben muy bien que sus SUV son una referencia en nuestro país. Entre ellos el T-Cross, el último en aparecer en un mercado que siempre ha estado de cara para los germanos.
Pero ojo porque, como bien saben en la marca alemana, no es otro que el Peugeot 2008 el que ha llegado para plantarles cara y demostrar que puede convertirse en el rey del segmento.
Un segmento, el de los SUV de tamaño compacto, que no para de crecer y que ya puede considerarse igual de esencial que el de tamaño medio. Eso sí, con la llegada de la segunda generación de este 2008, muchos dan por hecho que va a ser muy difícil que los rivales, (VW T-Cross, Seat Arona, Renault Captur, etcétera) puedan arrebatarle la primera plaza.
Y es que si ya la primera generación del 2008 fue todo un éxito, en Peugeot se han esmerado, y mucho, en que esta segunda generación repita ese logro. Con una imagen mucho más agresiva que el primero, el nuevo modelo impone desde el primer momento. Entre otras cosas también porque ha ganado en cuanto a dimensiones.
Y eso le permite ser un modelo mucho más amplio por dentro algo que, dado que estamos ante un SUV de tamaño pequeño, resulta más que interesante. Por otro lado, una vez se pone en marcha, su nuevo chasis así como su gama mecánica hacen de él (sobre todo la versión con motor de 130 caballos) un SUV al que se le puede exigir (casi) de todo.
Además, uno de sus puntos fuertes es que, como bien saben los que van detrás de uno, aventaja en precio a los SUV de Volkswagen sin perder, por ello, mucho terreno en cuanto a prestaciones. Ojo porque el Peugeot 2008 puede convertirse en el rey dentro de muy poco. Un secreto que ya nadie puede tapar más.
Personalmente nunca volvería a comprar un Peugeot. Desde luego por mí las otras marcas pueden estar tranquilas.