El Volkswagen e-Golf fue una de las revoluciones del mercado cuando salió a la venta allá por 2014. Fue el primer modelo totalmente sostenible de la gama del compacto y un avance de lo que estaba por venir en la marca alemana.
Su producción se ha alargado nada menos que 6 años y durante este periodo ha sido el buque insignia de la eficiencia y la limpieza medioambiental de VW.
Y no solo eso. Ha sido un éxito absoluto. Se han matriculado más de 100.000 unidades y en 2018 incluso se agotaron las unidades en stock hasta en seis países: Noruega, Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña y los Países Bajos.
No obstante, este reinado há terminado. El fabricante germano ha anunciado el fin de la producción del VW e-Golf. La firma cesará la fabricación del modelo eléctrico para siempre. Y ya no es posible pedir ningún ejemplar en la mayoría de los mercados europeos. Solo sigue a la venta en los países en los que quedan algunas unidades en el almacén.
El motivo no es otro que la inminente llegada del nuevo VW ID.3, que empezará su periplo comercial el próximo mes de agosto. Y es que el nuevo compacto eléctrico será el relevo del e-Golf. El ID.3 será el que pase a formar la gama sostenible paralela a la térmica.
El primer ID.3 en llegar será el de cinco puertas, y lo hará en una edición limitada de 30.000 unidades, llamada ID.3 1ST.
Cuentan algunas fuentes que el Volkswagen existieron discrepancias cuando decidieron dejar de fabricar el e-Golf, pues sigue teniendo una alta demanda. Se dijo de alargar la producción hasta noviembre. Pero la alta inversión que requiere el ID.3 hace que mantener la producción del e-Golf sea insostenible. Además, el ID.3 es un 40% más barato de fabricar. Algo que no se verá reflejado en su precio, lo que permitirá un margen de beneficios mucho más alto.