Corría el 2014 cuando Mini presentó un modelo que, sin duda, sería una revolución en el mercado del motor. Ocurrió en el Concorso d’Eleganza Villa d’Este que se celebró ese año. Y l que presentó la firma británica dejó indiferentes a muy pocos.
Se trataba de un pequeño deportivo descapotable. Un modelo al estilo del Aston Martin DB5 que conduce James Bond, y que competiría con otros modelos como el BMW Z4 o el Mazda MX-5. Se trataba de una pieza de coleccionista, descapotable y con un toque retro que centró todas las miradas.
Su nombre era Superleggera Vision y su diseño era impresionante. Contaba con el frontal característico de los Mini, con los faros redondeados. Aunque se completaba con una parrilla diferente.
Asimismo, carecía de manetas en las puertas y con unos retrovisores de tamaño reducido. Todo ello reforzando su aspecto aerodinámico, que pronunciaban su carácter puramente deportivo.
Este modelo, desgraciadamente, nunca llegó a producción. Y parece que nunca lo hará. En Mini no tienen intenciones de poner en marcha el proyecto.
No obstante, en Mini no se ha descartado que se pongan manos a la obra en algún modelo basado en este Superleggera Vision, con un motor central. Así lo señaló Andreas Lampka, el responsable de comunicaciones del fabricante, en una presentación hace unas semanas. “Si le damos a nuestros ingenieros más tiempo y recursos, ellos vendrán con un automóvil de motor central”, apuntó.
El resultado sería diferente, pero no hay duda de que sería uno de los grandes atractivos de Mini para los próximos años. Y es que este convertible o uno parecido marcaría un antes y un después den la larga historia de la firma.