Demasiado a menudo corre la idea desacertada de que comprar un coche eléctrico significa olvidarse casi por completo de pagar combustible. Y sí es cierto que es más económico. Pero si no tenemos cuidado podemos llegar a pagar incluso más por cargar una batería al 100% que llenar un depósito de gasolina. Y en el segundo caso incluso nos daría para recorrer más kilómetros.
En el caso de los motores térmicos, todo dependerá del tamaño del depósito y del precio que dispongan en la estación en la que repostamos. No entraremos a valorar si posteriormente se consume más o menos, pues eso dependerá del estilo de conducción de cada uno, de las características de la vía y de la potencia del motor.
Así, por norma general, llenar un depósito de unos 50 litros nos costará unos 70 euros. Una cantidad con la que, llevando un coche medianamente eficiente y sin realizar una conducción agresiva, puede alcanzar una media de entre 500 km en los modelos más potentes y deportivos, y 1.000-1.200 km en los más eficientes.
Dicho esto, en el caso de los coches eléctricos, el precio del kWh también oscilará en función de si lo cargamos en un punto instalado en casa o uno público. En el primer caso, el precio dependerá del horario en el que lo carguemos y la compañía suministradora. En el segundo, del precio que disponga la empresa encargada de mantener el punto de carga mencionado.
Pero haremos un cálculo aproximado tomando como ejemplos el Renault ZOE y el Tesla Model 3.
En el caso del Renault ZOE, cuenta con una batería de 52 kWh de capacidad, que le otorga entre 280 y 350 kilómetros de autonomía con una carga completa. Y esta puede costarnos desde 15,60 euros con la marca Easycharger, que está muy bien, 20,80 euros con EMT Madrid, que ya no lo está tanto; o 41,08 euros con la compañía Ionity, que empieza a ser no rentable.
El Tesla Model 3, por su parte, cuenta con una batería de 75 kWh, que homologa 560 km de autonomía. Y cargarla puede costarnos 21,75 euros con el súper cargador de la firma norteamericana; 30 euros con EMT Madrid o 59,25 euros en Ionity.
Dicho esto, si se va con cuidado, tener un coche eléctrico puede salir muy a cuenta. Pero hay que poner atención si no se quiere acabar gastando más que con un modelo térmico.
Me parece que el artículo no tiene en cuenta que la inmensa mayoría de los propietarios de autos eléctricos son cargados en su propios domicilios, lo que hace que el costo de recargar las baterías sean sustancialmente inferiores a lo publicado en éste artículo...