El Jaguar XE es uno de esos modelos que, pese a que no aparece de forma habitual en los primeros puestos en las listas de ventas, cuenta con un público muy fiel. Entre otras cosas porque esta berlina compacta es uno de los principales rivales de modelos como el BMW Serie 3 o el Audi A4, entre otros.
Modelos premium que, a diferencia de las marcas generalistas, sí que están librando una intensa batalla en un segmento venido a menos. Es por eso que, viendo que por mucho que los SUV vayan al alza las berlinas premium no aflojan el ritmo, Jaguar ha decidido aplicarle un lavado de cara a este XE.
Una de las principales novedades de este modelo llega en su interior, donde vemos que las similitudes respecto al I-Pace son más que notables. Mejores materiales y un nuevo y sorprendente sistema multimedia con una pantalla de 10 pulgadas junto a una pantalla táctil de 5,5 pulgadas así como un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas.
Pero lo que más ilusión genera entre los seguidores de Jaguar es que los ingleses han optado por introducir una variante microhíbrida que apunta a ser una de las más vendidas.
En cuanto a las versiones de gasolina, son dos: un 2.0 Turbo con 250 caballos y un 2.0 Turbo de 300 caballos. En cuanto al diésel, llega un nuevo 2.0 turbodiésel de 204 caballos dotado de tecnología microhíbrida de 48 voltios. Una versión que le permite lucir con mucho orgullo la etiqueta ECO de la DGT.
Todos ellos llegan asociados a una caja de cambios automática y con la posibilidad de contar con tracción total en todas las versiones. Desde luego, una gran puesta a punto de un Jaguar XE que va a seguir dando guerra durante unos cuantos años más.