Desde hace ya muchos años, marcas como Seat han apostado de forma muy evidente por la tecnología. Una tecnología que ayuda a poder diseñar y fabricar modelos mucho más seguros, tanto para sus conductores como para el resto de conductores o peatones.
En el caso de Seat, el nuevo León es un ejemplo muy claro de este ímpetu de la marca española por lograr coches mucho más seguros y eficientes a su vez. Y uno de los puntos clave de la nueva generación del compacto español es su iluminación, tanto la externa como la interna.
Una iluminación que no ha sido precisamente trabajo de un día. Todo lo contrario. Como apuntan desde Seat a Autobild, desde el fabricante han trabajado ni más ni menos que 2.500 horas en ello. Pero lo impactante, lo que es para frotarse los ojos, es que de esas 2.500 horas 800 han sido completamente a oscuras.
En este sentido, los 340 leds que llegan en el nuevo León han sido clave. Cuenta Magonlia Paredes, responsable del Desarrollo Eléctrónico de Iluminación de Seat que estos leds “Nos permite tener mucha más cantidad de luz en una superficie mucho más pequeña y, con ello, podemos trabajar con ella de una forma mucho más eficiente”.
Unos leds que además “permite identificar mejor la forma y el color de los objetos que encontramos de noche en la carretera, incluso en zonas tan oscuras como Alqueva y eso nos permite en todo momento una mayor capacidad de anticipación ante cualquier circunstancia que nos pudiéramos encontrar”.
Por otro lado, “Las señales luminosas se unen a las acústicas para alertar, por ejemplo, de que tenemos una puerta mal cerrada o de si se acerca un vehículo por detrás en el momento en que nos disponemos a salir del coche”, apunta.
Desde luego, cuando en Seat apuntaron que su nuevo León era un modelo de referencia en cuanto a tecnología era evidente que no estaban hablando por hablar.
Eso os sorprende? Si entráis en un Mercedes clase cla alucinais entonces... ni punto de comparación...
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