Cuando Dacia decidió entrar en el mercado español, lo hizo con una idea muy clara: convertirse en la marca low cost por excelencia. Los rumanos, de la mano de Renault, sabían muy bien que eran muchos en España los que buscaban una marca que les proporcionara un modelo muy asequible.
Y ahí apareció un Sandero que ya puede presumir hoy en día de ser, de hecho, el coche más vendido a particulares en España. Sí, el mismo Sandero que provocaba muchas risas en su inicio de vida y del que muchos hablaban como un modelo muy cutre, es ahora el que está callando muchas bocas.
Un Sandero que acaba de estrenar generación y que, como era de esperar, se ha convertido en protagonista de muchas discusiones en los foros y en las redes. Entre otras cosas porque este modelo sigue teniendo un problema que no es menor: y es que, al final, su versión más barata, la más espartana, acaba saliendo demasiado cara.
Ojo, no en cuanto a precio, sino a prestaciones y comodidades. El nuevo Sandero más barato, el que llega con el acabado Access y motor 1.0 SCe atmosférico de 65 caballos, puede ser tuyo por 8.800 euros. Un precio más que interesante para un coche.
Sin embargo, este acabado no es que sea tan sólo muy tosco, es que no siquiera permite poder configurare incorporar aire acondicionado o un equipo de sonido. Es un Sandero excesivamente básico que funciona como precio gancho pero que muchos prefieren ignorar.
Entre otras cosas porque, por apenas 1.100 euros más ya podemos ir a por el mismo modelo pero con acabado Essential, que sí que tiene una dotación más amable y permite configurar elementos más comunes en otros modelos.
Este nuevo Sandero va a seguir arrasando, pero es evidente que el más modesto de todos, el Sandero más espartano, no es precisamente un modelo a tener en cuenta. Todo lo contrario. Al final, acabará siendo una inversión ruinosa.