Si estás pensando en comprarte un compacto, es muy probable que en tu lista de opciones figuren el Ford Focus y el Renault Mégane. Dos de los modelos más populares recomendables, y que deben tenerte preguntando “¿Cuál es mejor?”.
La respuesta definitiva, como siempre, no te la podemos dar, pues la decisión final siempre es subjetiva. Pero sí podemos acercarte a un ganador haciendo una comparativa técnica puramente objetiva.
Empezamos con el modelo norteamericano. Se presenta con unas medidas de 4.378 mm de largo, 1.825 mm de ancho y 1.471 mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.700 mm. En su maletero ofrece 375 litros ampliables hasta los 1.354 litros.
En el apartado mecánico, el Focus cuenta con versiones gasolina, diesel y micro híbridas.
La gama gasolina empieza con el 1.0 EcoBoost que desarrolla 100 CV de potencia. Por encima tenemos el 1.5 EcoBoost de 150 CV y el 2.3 EcoBoost de 280 CV.
Los diesel son el 1.5 EcoBlue de 95 y 120 CV, así como un 2.0 EcoBlue de 150 y 190 CV. Además, las variantes híbridas montan el 1.0 EcoBoost con potencias de 125 y 155 CV. Y dependiendo de la versión se pueden gestionar con cambios manuales de seis relaciones o automáticos de ocho.
En equipamiento, las posibilidades del Focus pasan por llantas de 17 pulgadas, retrovisores eléctricos, faros de LED, sensores de aparcamiento, cámara de visión trasera, climatizador de dos zonas, sistema de info entretenimiento con pantalla táctil a color de 8 pulgadas compatible con Android Auto y Apple CarPlay, cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas, control de crucero, sensor de luces y lluvia, elevalunas eléctricos, etc.
Los precios empiezan en los 15.043 euros sujetos a financiación. Nuevo de trinca en su versión de acceso cuesta algo más de 20.000 euros.
El compacto francés, por su parte, mide 4.359 mm de largo, 1.814 mm de ancho y 1.447 mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.669 mm. En su maletero ofrece 384 litros ampliables hasta los y 1.247. Es ligeramente más pequeño que el Focus.
En el apartado mecánico cuenta con versiones gasolina, diesel y una híbrida enchufable. Las primeras montan un 1.3 TCe que desarrollan 115, 140 y 160 CV, mientras que la versión tope de la gama es el 1.8 TCe de 300 CV. Las diesel se configuran con un 1.5 dCi de 115 CV de potencia.
La variante híbrida monta un motor E-Tech de 160 CV y tuene una autonomía en modo totalmente eléctrico de 46 km. Y dependiendo de la versión pueden ir asociadas a cambios de marchas manuales de 6 relaciones o automáticas EDC de doble embrague y 7 marchas.
En este punto ambos son bastante parejos. A destacar que el Ford ofrece más versiones, mientras que el Mégane tiene una híbrida enchufable.
En equipamiento, el Renault puede contar con , faros de LED, llantas de 17 pulgadas, cristales tintados, control de presión de neumáticos, reconocimiento de señales de tráfico, detector de fatiga, sistema de info entretenimiento con pantalla táctil de 9,3 pulgadas, climatizador de dos zonas, alerta de cambio involuntario de carril, cámara de visión trasera, frenada de emergencia con detección de peatones, cuadro de instrumentos digital de 10,2 pulgadas, etc. Aquí también podemos decir que ambos modelos empatan.
En precios, la gama empieza actualmente en 15.345 euros financiados, aunque su tarifa oficial al contado sube por encima de los 20.000 €, en una cifra más elevada que la del Focus de acceso.
Dicho esto, si quieres espacio, no hay otra. El Focus es el tuyo. Si en cambio exiges una versión PHEV, no tendrás otra que ir a por el Mégane. Respecto al resto, estamos ante dos modelos muy parecidos qu8e en cualquiera de los casos será una buenísima compra.