Rolls-Royce Boat Tail: el coche de los 23 millones tiene sombrilla, mesa de picnic, vajilla...
Al coche nuevo más caro del mundo, el Rolls-Royce Boat Tail, sólo le falta volar. Tiene lujo, potencia y todo tipo de artilugios que le encantarían al agente 007. Este Rolls-Royce Boat Tail se ha hecho a media para un cliente, que según el periódico inglés Daily Telegraph, los dueños son el rapero Jay-Z y su mujer, la cantante Beyoncé. En este caso, el adinerado y afortunado cliente confió en su marca habitual, Rolls-Royce, para dar forma a un modelo único que fusiona el mundo del automóvil con el de los yates. Una tradición que se remonta a las primeras décadas del siglo XX.
Con 5,8 metros de longitud total, este Rolls se caracteriza por su diseño claramente inspirado en la náutica, y más concretamente por una zaga que recrea la auténtica cubierta de popa de los Boat Tails, con grandes extensiones de madera.
Entre las excentricidades que este lujoso automóvil esconde, se encuentra un parasol único en la parte central trasera . Un movimiento telescópico abre este toldo en sentido inverso, asegurando un despliegue sin esfuerzo.
Cuenta con mesas de picnic, dos taburetes minimalistas muy contemporáneos, que se guardan discretamente debajo; diseñados por Rolls-Royce y creados por el fabricante de muebles italiano Promemoria. Los cubiertos grabados con el nombre 'Boat Tail' están fabricados por la marca francesa Christofle.
Se ha alojado un frigorífico doble para albergar las añadas favoritas de los clientes de champán Armand de Brignac, con el tamaño exacto de la botella .
Además, por primera vez en la historia, se han diseñado y desarrollado dos relojes tourbillon de BOVET 1822 en paralelo con la producción del coche de lujo. Ambos pueden transformarse en un reloj de pulsera o de bolsillo, colgante o insertarlo en un soporte especial en el noble salpicadero del automóvil.
Los dos relojes BOVET 1822 únicos, uno para él y otro para su esposa, han llevado tres años de desarrollo. El soporte y el reloj, los 51 componentes diseñados y fabricados por la relojera suiza, tuvieron que ser probados como cualquier otra parte del automóvil en cuanto a vibraciones, seguridad... incluida las pruebas de choque.