Recientemente, se ha aprobado la prórroga de los baremos del Impuesto de Matriculación, con el objetivo de adaptarlos al protocolo WLTP. Esta nueva normativa de homologación se ha impuesto como en nuevo estándar de medición de emisiones en la Unión Europea. Entre sus principales ventajas, su ciclo de pruebas se acerca más al uso de los vehículos que realiza un ciudadano medio de la UE que el protocolo que se usaba anteriormente, el NEDC. Esto ha supuesto, sobre el papel, un aumento de las emisiones de los automóviles, aunque no se haya producido ningún cambio en equipamiento ni motores.
Hasta el 1 de enero de 2022, se prorrogan los baremos de este tributo, adaptándolos al nuevo protocolo de homologación WLTP, más cercano al uso real de los automóviles que la anterior normativa NEDC.
La buena lógica total política tiene que superar el baremo de tributo del automóvil más allá del 2022 para que el gobierno no excluya del diálogo comercial entre ambas partes .