El punto más negro del nuevo Seat Arona: los que lo han probado apuntan en la misma dirección
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Ya es posible adquirir el nuevo Seat Arona en el configurador de la firma española. El SUV compacto acaba de ser sometido a un lavado de cara y llega con importantes novedades, pero también con un punto negro a tener muy, muy en cuenta.
El Seat Arona es uno de los modelos más vendidos en España y en Europa, y también en la historia de la marca. Desde que apareció en 2017 se ha matriculado más de 350.000 unidades. Y en su actualización, los fabricantes no han querido retocarlo demasiado.
Así es el nuevo Seat Arona
El nuevo Arona mide 4.154 mm de largo, 1.537 mm de alto y 1.780 mm de ancho, dejando un maletero de 400 litros. Aunque en la versión TGI se queda en 282 l.
En su estética no ha cambiado demasiado. Estrena nueva parrilla, logotipo, paragolpes y faros antiniebla, ahora integrados sobre el paragolpes. Y también faros LED. Mientras que algunos detalles irán en función de cada uno de los cuatro acabados disponibles: Reference, Style, FR y X-Perience.
En su interior ocurre lo mismo: leves cambios estéticos y alguna novedad, pero sin exagerar. Se mantiene la opción del cuatro de instrumentos Digital Cockpit con una pantalla de 10,25 pulgadas, el climatizador bizona o la base de carga para teléfonos móviles. Sin embargo, seguimos sin poder optar a un techo solar. Aunque este no es todavía su punto negativo.
Seguimos en el interior para descubrir un nuevo volante multifunción, así como los materiales mejorados en el salpicadero o las tapicerías. También se ha renovado el diseño de las salidas de aire. Y entre lo mejor encontramos un nuevo sistema de info entretenimiento. Cuenta con una pantalla de 9,2 pulgadas y es compatible con Apple Carplay y Android Auto. Además, incluye navegador y dispone de un control de voz mejorado.
El punto negativo que debes tener en cuenta del nuevo Arona
Asimismo, también ha mejorado notablemente en sistemas de seguridad y ayudas. Ahora cuenta con elementos como asistente de salida involuntaria de carril, asistente de ángulo muerto, reconocimiento de señales de tráfico, asistente de luces de carretera o ayuda de aparcamiento Park Assist.
Y llegados a este punto, toca hacer hincapié en el mayor defecto (y quizás el único) de este nuevo Seat Arona. Y es que la gama sigue sin disponer de versiones electrificadas. Ni siquiera micro hibridas. Y es que la plataforma MQB A0 no lo permite. En todo caso, si queremos una variante sostenible la opción está en el TGI de 90 CV que funciona con un bloque adaptado al GNC (Gas Natural Comprimido).
Mientras tanto, seguiremos contando con los EcoTSI de 1.0 litros y 95 o 110 CV, así como el 1.5 de 150 CV.
Por el poco contacto que he tenido me parece un buen SUV. El coche eléctrico es un gran error pues su fabricación es más contaminante que cualquier diesel. La solución de hidrogeno, creo, que sería la más acertada y sostenible. En Zaragoza llevan ya unos años con bus de hidrogeno y les va muy bien, eso sí, con los problemas lógicos de una tecnología en pañales.
Esta muy bien destacar un punto negro sobre algo que no existe. Podrás criticarlo si lo fabrican y no cumple con lo esperado, pero criticar la nada, que poca objetividad.
Interior totalmente modificado y no cambia? Os hacéis llamar prensa del motor y no tenéis ni idea de lo que hay. Y no solo en Seat en todas vuestros articulos. Un saludo
La solución no es el coche eléctrico, indirectamente contamina más que un diésel el futuro es el hidrógeno, no entiendo como los fabricantes se han tirado a tumba abierta apostando por el coche eléctrico.
La solución no es el coche eléctrico, indirectamente contamina más que un diésel el futuro es el hidrógeno, no entiendo como los fabricantes se han tirado a tumba abierta apostando por el coche eléctrico.
La solución no es el coche eléctrico, indirectamente contamina más que un diésel el futuro es el hidrógeno, no entiendo como los fabricantes se han tirado a tumba abierta apostando por el coche eléctrico.
La solución no es el coche eléctrico, indirectamente contamina más que un diésel el futuro es el hidrógeno, no entiendo como los fabricantes se han tirado a tumba abierta apostando por el coche eléctrico.