Porsche cambió el nombre por Macan antes del estreno: así tenía que llamarse

Porsche, como el resto de marcas, sabe muy bien de la importancia de los nombres de los coches. En un mercado cada vez más universal, no es que sea precisamente sencillo encontrar una denominación que encaje bien en la mayoría de mercados, que sea atractiva y a su vez moderno e innovadora.

De hecho, son varias las marcas que optan por aplicar diferentes denominaciones a un mismo modelos dependiendo del mercado en el que se vendan por diferentes razones. Históricamente han sido varios los modelos que, de hecho, han cambiado su nombre a última hora por diferentes razones.

El cambio de nombre del Porsche Macan

El Porsche Macan es uno de ellos. Y es que la marca alemana denominó inicialmente a este modelo como Cajun, el nombre de la minoría étnica de origen francés de la región de Luisiana, en Estados Unidos. Con la intención de evitarse ninguna polémica, Porsche optó por cambiarlo a última hora ya apostar por Macan, palabra indonesia que significa tigre.

Pero ojo porque este cambio no ha sido el único en la historia del automovilismo que llama especialmente la atención. De hecho, uno de los deportivos más icónicos de la historia, el Porsche 911, recibe su nombre ‘gracias’ a Renault.

Y es que la marca alemana tenía ideado denominarlo 901, pero fue la marca gala la que le recordó que ellos tenían registradas todas las denominaciones de tres dígitos con un cero en el medio.

Por otro lado, un modelo también con mucha historia, el Fiat Panda, debía denominarse originariamente Fiat Gingo. Sin embargo, el hecho de que ese nombre recordara demasiado al Twingo de Renault provocó que los italianos recuperaran la nomenclatura de Panda.

Otro ejemplo de cierta similitud lo protagonizó Hyundai, que en 2001 decidió cambiar el nombre de uno de sus SUV, el Highland, por el de Terracán. El cambio, cuentan desde le entorno de la marca, vino al comprobar que Toyota había denominado apenas unos meses antes Highlander a uno de sus SUV.