La pandemia del coronavirus ha generado unas cuantas crisis en distintos sectores. La escasez de algunos componentes que hasta hace poco dábamos por hechos está generando serios problemas a las cadenas de producción de distintos productos. Sobre todo dispositivos electrónicos. Y el sector del motor no escapa a estos problemas.
La falta de semiconductores también está pasando factura a los automóviles. Es habitual actualmente tener que esperar algunos meses para la entrega de un coche. Mientras que en el Reino Unido ya hemos visto la locura que se generaba a raíz de los problemas con los combustibles fósiles y la falta de suministro de los mismos.
Por el momento este problema no ha llegado a España. Pero sí lo ha hecho otro que también afecta directamente al sector del motor y que ya se está haciendo notar. Concretamente, este problema afecta a los modelos diésel que usan AdBlue.
El AdBlue es una sustancia que está compuesta de urea en un 32,5% y cuyo objetivo reducir las emisiones. Los diésel actuales están diseñados para funcionar con este aditivo. Y sin él, el coche no debería funcionar.
Un AdBlue para cuya elaboración se usa gas natural, un bien que se encarece en gran medida cada día que pasa y que ya está afectando a muchos productores. Y ojo, porque ello también acabará repercutiendo en los clientes.
Por el momento ya son varias las plantas donde se fabrica AdBlue las que han parado máquinas. Yara, afincada en Ferrara, es una de ellas. Ha paralizado la producción durante 4 semanas. Mientras que Duslo, el mayor productor de AdBlue del viejo continente, ya ha apuntado que reducirá notablemente la producción de este componente.
En España también se están notando las consecuencias. La fábrica más importante de nuestro país es la de Fertiberia en Palos de la Frontera. Y esta ha detenido la producción en octubre. En su caso, se apunta que aprovechan el parón para esquivar la subida del precio del gas y realizar tareas de mantenimiento en la planta. Aunque no parece que la situación vaya a normalizarse en un mes-
Todo ello, como era de esperar, podría acabar afectando directamente a los clientes, pues el AdBlue podría verse encarecido notablemente en los próximos meses.