El Tesla Model S Plaid es la variante que corona la gama. Es el más potente y prestacional. En sus entrañas monta tres motores eléctricos con los que consigue 1.000 CV de potencia.
Sin embargo, tantas prestaciones pueden traer problemas. Y eso es de lo que se han quejado algunos propietarios de este modelo. Muchos consideran que el sistema de frenado no se corresponde con la potencia de esta versión y que no responde al alto rendimiento del modelo.
Concretamente, los que se han metido en algún circuito con el Tesla Model S Plaid han apuntado que los frenos no son tan efectivos como debieran. Y que los sobrecalentamientos son habituales.
Es por eso que en Tesla han decidido añadir un paquete opcional para el Model S Plaid que consiste en unos frenos de carbocerámica. Un sistema que, según apunta Tesla en su web, está “diseñado para la mejor experiencia en pista”. “El kit de frenos cerámicos de carbono del Model S Plaid es un paquete de hardware completo que ofrece una potencia de frenado máxima y repetible durante la conducción de alto rendimiento”, señala la firma.
Este pack consiste en unos discos de carbono-silicio de 410 mm de diámetro que se montan en los dos ejes, a los que se suman unas pinzas de seis pistones en el eje delantero y unas de cuatro pistones en el eje trasero, así como unas pastilla de freno de alto rendimiento y un recipiente para el líquido de frenos que soporta temperaturas muy altas.
Este pack será una alternativa a los frenos de hierro que montan los Tesla Model S Plaid y estaá disponible a partir del año que viene. Además, solo será compatible con las versiones que incluyen llantas Arachnid de 21 pulgadas.
Y atención al precio porque añadir este extra cuesta más que comprar un Dacia Sandero nuevo. Y no de los básicos precisamente, pues el coste de estos frenos carbocerámicos es de 20.000 dólares, que son unos 17.670 euros al cambio actual.