Renault no se esperaba un palo tan fuerte, pero el informe oficial no deja lugar a la duda 

Uno de los aspectos de los que más orgullosos estaban en Renault hasta hace muy poco era el de ser un fabricante de coches en los que la seguridad era uno de sus puntos fuertes.

La marca gala logró con su Renault Laguna en 2002 las cinco estrellas en los test EuroNCAP, lo que provocó que en los años siguientes muchas de las campañas de publicad de la marca se centraran en ese aspecto tan positivo de sus modelos.

Sin embargo, en unas pruebas recientes el palo que se han llevado en la marca gala ha sido de los más duros que se recuerdan. Y es que ha sido precisamente uno de sus modelos más exitosos, el Zoe, el que no ha conseguido ninguna estrella en las últimas pruebas realizadas.

El palo del Renault Zoe en el test EuroNCAP

Cabe recordar que en las últimas pruebas realizadas a este modelo, pruebas que se llevaron a cabo en 2013, este pequeño utilitario de Renault obtuvo ni más ni menos que las cinco estrellas.

Una puntuación que se queda muy lejos de la que ha recibido ahora. El motivo de este cambio, que no le hace precisamente ningún favor a Renault, es que las pruebas de este test son cada vez más exigentes.

Como bien saben los fabricantes, para que los test sean más que justos y realistas, todos se hacen con las versiones más básicas de cada modelo. Y, con la actualización de mitad de ciclo que Renault hizo de su Zoe en 2019, el nivel general de este modelo ha bajado mucho.

Apenas cuenta con sistemas de seguridad en el acabado de serie (por ejemplo, no cuenta con airbag delantero de cabeza, tan sólo de tórax), de ahí que los resultados hayan sido tan flojos.

Con unas notas de protección de adultos (43%), protección infantil (52%), protección a peatones (41%) y asistentes de seguridad (14%), el batacazo ha sido histórico.