No tiene un buen futuro el Seat Ibiza. El utilitario de la firma española también está sucumbiendo a la fiebre por los SUV. Y como le ha ocurrido al Peugeot 208 con el 2008, el Seat Arona también le ha comido mucho terreno al utilitario. Ahora le toca a Seat mover ficha y tomas una decisión, para lo que no va a tener ni mucho tiempo ni mucho margen de maniobra.
En los últimos años, el Arona le ha ido ganando terreno al Ibiza hasta superarlo en ventas notablemente. El crossover urbano en 2018, su primer año completo a la venta, logró 19.368 matriculaciones, por las 31.474 del
Pero en 2019 las tornas empezaron a cambiar. El Ibiza consiguió 25.134 ventas casi igualadas por las 25.131 del Arona. Mientras que en 2020 el Arona ya consiguió superar al Ibiza. Logró 15.365 matriculaciones por las 11.342 del Ibiza. Y peor fueron las cosas en 2021 para el utilitario, que con 15.103 ventas se quedó muy por detrás del SUV, que con 21.946 unidades vendidas fue el coche más vendido en España. En los primeros cuatro meses de 2022 también gana el Arona, con 5.699 operaciones. El Ibiza suma 4.647.
Dicho esto, el Ibiza es un modelo que estrenó generación en 2017. Y en 2021 fue sometido a un lavado de cara.
Así, de haber una sexta generación, esta debería hacer acto de presencia en 2025. Y ello deja poco margen de tiempo a Seat para tomar una decisión sobre el que durante años ha sido uno de sus modelos estrella, pero que ha ido a la baja en los últimos años. Y es que Seat no puede demorarse si quiere llevar a cabo un cambio generacional. Debe ponerse manos a la obra si pretende llevarlo a cabo.
Pero en la firma no lo tienen del todo claro. Por un lado, porque una nueva generación implica poner en marcha un plan de electrificación. La generación actual no cuenta con versiones electrificadas. Y solo el TSI adaptado al GLP le permite acceder a la etiqueta ECO. Una versión que, vistos los precios del gas, es inviable para el futuro.
Además, desde la cúpula del Grupo Volkswagen dejaron claro que Cupra tendría prioridad a la hora de crear coches eléctricos. Primero lo dijo Wayne Griffiths, CEO de Seat. Y más tarde lo corroboró Herbert Diess, CEO del Grupo Volkswagen. Es decir, Seat no entra en los planes de electrificación al más alto nivel. Y esto deja a la marca en una difícil situación.
Porque la única salida para mantener al Ibiza en cartera pasa por ofrecer versiones híbridas. Y ello implica una alta inversión que en Seat dudan si llevar a cabo.
Así las cosas, algunas fuentes hablan de que Seat podría aplicar un segundo lavado de cara al Ibiza para alargar así unos años más la vida comercial de la versión actual y ganar tiempo para tomar una decisión sobre el futuro del utilitario. Y es que después del aviso de Volkswagen a Seat de que si no se convertía en una empresa solvente pasaría a ser controlada por Cupra, en la firma con sede en Martorell no pueden dar ningún paso en falso.