Si bien es cierto que marcas como Porsche son firmas enfocadas a los bolsillos de los más VIP, lo cierto es que hay problemas que comparten con marcas generalistas o incluso con marcas low cost. Por ejemplo, el de la electrificación.
Todos están metidos en el mismo saco del proceso hacia la movilidad eléctrica y más marcas como Porsche, que venden modelos más prestacionales. Porque son estos los que registran mayores emisiones, por lo que necesitan paliar los niveles más que otras con tal de evitar multas millonarias.
En este sentido, cabe decir que la firma alemana hace tiempo que trabaja en la electrificación de su gama. Ya cuenta con unos cuantos coches que han renunciado a los combustibles fósiles. De hecho, tal y como ya te hemos contado en este medio, la firma tiene en su catálogo el que actualmente es el coche eléctrico más caro que se puede comprar en España: el Porsche Taycan Turbo S Cross Turismo.
Un modelo que, como el resto de eléctricos de Porsche, pronto tendrá un nuevo miembro en la familia de modelos sostenibles. Y es que la fábrica alemana está trabajando en una nueva versión eléctrica del Macan llamada a ser el relevo del Macan convencional a medio plazo.
El Macan es un SUV que se sitúa por debajo del Cayenne. Y la próxima será la primera generación que cuente con una versión totalmente eléctrica.
Su llegada está prevista para 2023. En algún momento del año que viene viviremos su presentación oficial. Y aunque esta nueva versión ya ha sido vista en fase de pruebas, no existen imágenes en acción.
No obstante, algunos como los diseñadores de Avarvarii ya se atreven a publicar los primeros renders que deslizan cómo podría ser este nuevo modelo. Unos diseños que, además, han sido tomados por la publicación Autoweek para ilustrar uno de sus artículos. Es decir, no van muy desencaminados en lo que a diseño se refiere.
Seguramente será de los mejores electrónicos elbtema sigo pensando es que no tienen buena autonomía y ni loa garajes comunitario ninfas gasolineras están preparados para cargar sus baterías. Yo hasta el hidrógeno no me muevo