El coche eléctrico se había convertido en la mejor opción para esquivar las subidas de los precios de los carburantes. Pero como has leído, hablamos en pasado. Y es que el encarecimiento de la luz y del gas están siendo una pesadilla para quienes decidieron dar el paso hacia una movilidad más sostenible.
El precio de la energía no deja de subir. La electricidad y el gas están intratables. Y ello está afectando enormemente a la movilidad sostenible. Moverse con un coche eléctrico ya no es tan interesante como hace unos meses. El coche eléctrico está dejando de ser la solución a ahorrar dinero en carburante.
Un aumento de precios que se nota sobre todo en los cargadores rápidos como son los Supercargadores de Tesla. Son las estaciones más caras en la actualidad. Y cargar un coche en ellas es bastante más caro de lo que costaba hace un año.
A pesar de que Tesla anunció una reducción en el precio hace unas semanas, lo cierto es que a día de hoy cargar un coche eléctrico empieza a ser una pesadilla. Y es que los precios de los cargadores rápidos invitan a cargar los vehículos en cargadores convencionales, con la inversión de tiempo que ello conlleva.
Cargar un coche en un Supercargador de Tesla cuesta unos 0,55 €/kWh para los propietarios de un Tesla o 0,71 €/kWh para quienes no tienen un modelo de la firma norteamericana. En todo caso, es posible pagar una suscripción de 12,99 euros al mes y disfrutar de los precios de los propietarios de un Tesla, aunque no tengamos uno.
Con todo, cargar una batería de 45 kWh hasta el 80% de su capacidad cuesta unos 10 euros. Esto se traduce en una subida del 85% respecto a lo que costaba el año pasado. Y ojo, porque estos precios podrían seguir subiendo en los próximos meses al mismo tiempo que el precio de la luz sigue aumentando.
Según los expertos, esto se debe al corte de suministro de gas procedente de Rusia, con lo que podemos esperar que los precios sigan encareciéndose en los próximos meses mientras la situación no cambie.