El aceite es un elemento imprescindible para el buen funcionamiento de los vehículos. Es el encargado de lubricar las piezas móviles y que no se produzca desgaste ni se gripe el motor, que es cuando se encallan dichas piezas y deja de funcionar. Y es por eso que es importante, ya no solo tener un buen nivel de aceite, sino que este no contenga impurezas.
Por este motivo, tan importante es el aceite como el filtro del aceite, pues este evita que el aceite, que suele absorber los residuos que deja la combustión, se ensucie con impurezas y proporcione una buena lubricación al bloque mecánico. Reduciremos el desgaste y el riesgo de averías al mantener su viscosidad siempre en condiciones.
Para que te hagas una idea, un buen filtro del aceite filtra partículas de entre 10 y 40 micras, que es menos de lo que mide un cabello humano (60 micras). Y de este modo logra retener hasta un 95% de las impurezas. Por este motivo, es necesario cambiar el filtro del aceite periódicamente, pues este se puede acabar rompiendo u obstruyendo.
Es cierto que se pueden limpiar para reutilizarlos, pero no es muy recomendable. Son necesarios elementos como bencina y hacerlo con sumo cuidado, pues puede rasgarse con facilidad. Y por eso lo ideal es instalar uno nuevo.
¿Cuándo debemos cambiar el filtro de aceite del coche? Lo bueno sería hacerlo cada 10.000 km, aunque dependiendo del modelo se puede llegar hasta los 20.000 km sin demasiados problemas. Además, cuando lo hagamos también deberíamos cambiar el aceite. Así nos aseguramos de que el sistema está completamente renovado y el filtro nos durará más tiempo al 100% de su capacidad.
Asimismo, estamos hablando de recambio muy económico. Suele costar entre 5 y 15 euros, con lo que la inversión es mínima. En todo caso debemos añadir el precio de la mano de obra.