El Opel Mokka es una de las principales bazas de la firma alemana. Un SUV que compite en uno de los segmentos más concurridos, el B, y que viene repleto de virtudes. Un diseño espectacular (fue el primero en lucir el lenguaje Vizor de Opel), un equipamiento muy completo desde las versiones de acceso, alta calidad en materiales y acabados y un comportamiento muy correcto en la marcha.
Un B-SUV que mide 4.151 mm de largo, 1.531 mm de alto y 1.791 mm de ancho, con una distancia de batalla de 2.557 mm y un maletero de 310 litros, que se pueden ampliar hasta los 1.060 l. Quizás aquí está uno de sus puntos débiles, pues peca un poco en su espacio interior. Aunque no es la única nota cuestionable a tener en cuenta. Su precio tampoco es el que te esperas.
Teniendo en cuenta el segmento en el que compite y que sus rivales son modelos como el Seat Arona, el Renault Captur o el Citroën C3, muchos esperan ver precios que no superen los 19.000 o 20.000 euros. En sus versiones de acceso, ninguno de los modelos mencionados los supera. Pero el Mokka sí. Según figura en la web de Opel, la versión de acceso a la gama tiene un precio de 24.651,93 euros.
Es cierto que viene muy bien equipado. De serie incluye el acabado Edition. Y cuenta con una dotación muy completa en la que encontramos:
Además, su motor es bastante correcto. Un gasolina 1.2 de 100 CV de potencia asociado a un cambio de marchas manual de 6 relaciones y a un sistema de tracción delantera. Es capaz de conseguir una velocidad máxima de 188 km/h. Y registra un consumo medio de 5,5 litros cada 100 km, que tampoco está nada mal. Pero más de 24.500 euros por un B-SUV es algo que echa para atrás a muchos conductores.