La dictadura de los SUV se acaba o eso, al menos, piensan en Citroën, la firma que de manera más evidente juega a favor de un nuevo tipo de carrocería hegemónico. Vistos sus últimos lanzamientos, dan por hecho que las berlinas hatchback crossover ganarán la partida. Los responsables del cambio son los coches eléctricos.
En 2030, y así piensa Vicent Cobée, director ejecutivo de Citroën, los SUV no serán el tipo de coche preferido. Con los eléctricos dominando el mercado,los consumidores exigirán coches más ligeros y ni Citroën ni el resto de marcas podrán seguir llenando las carreteras de todocaminos. Los impuestos, también van a tener mucho que ver: en Francia, por ejemplo, ya se está gravando con un impuesto especial a los SUV y es muy posible que el resto de países de la UE hagan lo mismo en breve. Con las baterías sin visos de reducir mucho más su actual tamaño y peso, van a hacer falta cambios.
¿Qué carrocería ganará la partida?
Cobée barre para casa y da por hecho que las erlinas hatchback crossover ligeramente sobreelevadas impondrán una nueva tiranía. Vehículos como el C4 X o el futuro Mercedes SUL dominarán un mercado que ya da ciertos síntomas de cansancio, porque los todocaminos llevan cerca de dos décadas dominándolo y los consumidores buscan alternativas que los mejoren.
La aerodinámica de las berlinas crossover, que mejora en mucho la de los SUV, permite, si hablamos de vehículos eléctricos, autonomías mayores con baterías de igual potencia y peso. La balanza, si la tecnología no lo remedia, va a decantarse en favor de vehículos más ligeros y con cierta altura libre hasta el suelo pero con menos altura total. Veremos si en Citroën aciertan porque, de momento, parecen haber apostado todo lo que tienen a esa carta.