En la liga de los compactos, el Golf y el Clase A se supone que son objetos de deseo, pero desde Japón se presenta una alternativa con tanto estilo como ellos pero más barata: el Mazda 3.
Y es que la estética del Mazda 3 es única: el aire coupé que le otorga su trasera le permite competir de igual a igual con otros compactos más caros y con más renombre. Con todo, su singular diseño no se traduce en una mengua de espacio interior y el coche se configura, también, como una opción perfecta para parejas con un sólo hijo o hija a cargo que no quieren sucumbir a la dictadura de los SUV.
El coche mide 4,46 metros, alcanza el 1,43 de altura y se nos presenta con un maletero de 351 litros. No es mucho, cierto, pero ni el Golf ni el Clase A ofrecen mucho más espacio de almacenamiento. Así, y mientras el Mercedes se queda con 355 litros, el Golf alcanza los 381.
El Mazda, además de no desmerecer en diseño ni prestaciones, gana de calle en precio. Los 38.000 euros de un Clase A en versión de acceso y los 30.400 de un Golf se quedan, si eliges un Mazda, en 23.682. Su peor rival lleva su misma marca y se llama CX-30, porque ofrece, por unos 1.500 euros más, un almacenamiento superior en el maletero 430 litros y una estética comparable pero, eso sí, en formato SUV.
El Mazda 3 equipa los mismos motores 2.0 MHEV de 122 o 186 CV que el Mazda CX-30 y consume poco: mientras que la versión menos potente demanda sólo 5 litros cada 100 km, la de 186 CV exige 6. Los niveles de equipamiento son tres: Origin, Evolution y Zenith. En ninguna faltan ni el sensor de parking, ni el ordenador, ni el navegador ni el sistema de control de ángulo muerto. Para quien lo prefiera, se comercializa también una versión Sport Sedan que sale por 24.182 euros si te conformas con el modelo más sencillo, pero el Mazda 3 hatchback es más singular.