Formando parte del grupo Volkswagen, en Skoda saben muy bien que su futuro pasa por la electrificación. Si bien es cierto que la marca checa va a seguir apostando por los modelos de combustión durante varios años, también lo es que poco a poco para ir incrementando su oferta de modelos eléctricos.
En este sentido, cabe tener en cuenta que no tan solo es importante el hecho de que a partir de 2035 ya no se podrán vender modelos en Europa que no cuenten con motores eléctricos, sino que la entrada al juego de la normativa de emisiones y contaminación Euro 7 va a acabar teniendo también un papel importante en este proceso de transición.
No es que sea precisamente ningún secreto que esta normativa va a obligar a que sean muchas marcas las que despidan definitivamente de sus catálogos a utilitarios y modelos muy compactos con motores de combustión. Entre otras cosas porque adaptar sus motores a esta nueva normativa acabaría suponiendo un coste muy alto para la marca y, por lo tanto, un aumento notable de su precio.
Así, si bien es cierto que el fabricante no lo han hecho oficial, en Škoda tiene muy claro que es una muy buena idea para matar dos pájaros de un tiro es no darle continuidad a sus dos modelos que están en el punto de mira en este sentido, el Fabia y el Kamiq, y sustituirlos en un futuro por un crossover urbano 100 × 100 eléctrico.
Un modelo que seguirá los pasos del Volkswagen ID.All así cómo del Cupra RAVAL, modelos que están pensados, como el futuro Škoda, para aquellos conductores que busquen un crossover de tamaño urbano y que tengan un rango de precios entre los 20.000 y los 25.000 €, es decir, un modelo asequible.