Las llantas son un elemento fundamental en el vehículo que no solo aportan estética, sino que también tienen una función importante en la estabilidad y seguridad en la conducción. Es común que sufran daños debido a golpes en bordillos, baches u otros obstáculos en la carretera. Ante estos casos, ¿es necesario cambiarla o se puede reparar?
Los expertos en mecánica automotriz recomiendan reparar las llantas únicamente cuando los daños son superficiales y no afectan la estructura de la llanta. De lo contrario, es necesario reemplazarla para evitar cualquier riesgo en la conducción. Si la llanta presenta algún bulto, deformación o golpe que pueda afectar a la estabilidad del vehículo, es necesario cambiarla para evitar accidentes.
Aunque la reparación de las llantas suele ser más económica que su reemplazo, hay que tener en cuenta que su costo dependerá del taller y la gravedad del daño. En un taller especializado en llantas, una reparación puede costar entre 50 y 100 euros. Por otro lado, el costo de reemplazo de una llanta puede variar según la marca, el modelo y el tamaño de la llanta.
Además, hay que tener en cuenta que el reemplazo o la reparación de una llanta no solo es importante por la seguridad en la conducción, sino que también afecta al desgaste de los neumáticos. Si una llanta está dañada, puede afectar la alineación de los neumáticos, lo que provocará un desgaste irregular y una disminución en la vida útil de los mismos.
Por ello, es importante no subestimar el impacto de una llanta dañada en la seguridad y eficiencia del vehículo. En caso de duda, siempre es recomendable acudir a un taller especializado para que los expertos realicen una evaluación y determinen si es necesaria una reparación o un reemplazo de la llanta.