Van con todo: desde radares fijos y móviles a cámaras y, lo más novedoso, furgonetas camufladas. La DGT no va a pasar ni una este verano.
Todos sabemos para qué sirven los radares fijos y móviles, pero este año la DGT vigila con una nueva herramienta: furgonetas camufladas que, en número de quince, patrullarán por todo el país con un objetivo claro: identificar a conductores que utilizan el móvil de manera indebida o que no hacen uso del cinturón de seguridad. También, por supuesto, dispondrán de helicópteros y drones que servirán para vigilar desde el aire y de motocicletas también sin rotular para vigilar el comportamiento de los conductores.
El dispositivo, que implica a miles de agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, se coordinará desde ocho Centros de Gestión distribuidos por toda la geografía peninsular. Durante la operación salida, que finaliza el 1 de agosto, se paralizan las obras en curso, se anula todo evento que implique ocupar la calzada y se restringirá la circulación de camiones. La DGT calcula para estos días casi nueve millones de desplazamientos.
A los conductores, como siempre, corresponde sin embargo la parte más importante: extremar la precaución en unas fechas en las que conducir es más difícil tanto por el calor como por el volumen de vehículos que empleará la red de carreteas. Más que las multas, lo que se debe temer es las consecuencias que una imprudencia puede tener y que, por desgracia, se concretan en forma de accidentes.