En Toyota acostumbran a presentar coches interesantes en todos los segmentos y esta vez lo han hecho también en el de los B-SUV, uno de los más complicados. Su propuesta, se llama Toyota Yaris Cross.
El incremento de precios registrado en el mercado del automóvil ha desplazado a los consumidores hacia el segmento de los utilitarios y el de los SUV pequeños. En este último, es por desgracia muy habitual que el máximo esfuerzo de diseño que hacen muchas marcas sea elevar la suspensión de un utilitario de éxito. Ejemplos hay muchos y el Arona (derivado del Ibiza) es un ejemplo. En Toyota, con embargo, han hecho un buen trabajo con el Yaris Cross y lo han convertido en la imagen del equilibrio. Es, de hecho, casi un RAV4 pequeño.
El coche que nos ocupa es un derivado del Yaris convencional, mide 4,18 metros, alcanza el 1,59 de alto y ofrece un solvente maletero de 390 litros. Se echa de menos, eso sí, algo más de amplitud interior, pero hay que admitir que las plazas traseras son algo más cómodas que las del Toyota C-HR. La calidad percibida en el habitáculo también es mejorable, especialmente en lo referido a algunos plásticos.
Sólo hay una opción: un HEV 1.5 de gasolina con 116 CV que consume 4 litros cada 100 km. Los acabados que se ofrecen para el Yaris Cross desde la marca japonesa son cuatro: Business Plus, Active Tech, Style y Adventure. La versión de acceso es la Business Plus y está disponible este mes, según el portal de ofertas quecochemecompro.com, a partir de 24.250 euros.
El problema es que solo dispone de 3 cilindros y no es muy bueno para los que viajamos bastante.
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