En BMW nunca han dejado de creer en las berlinas y, por eso, nos traen su i5 como máximo exponente de que, también ahora que van a mandar los eléctricos, los coches de diseño clásico tienen sitio.
Los 5,06 metros que mide el BMW i5 no engañan: estamos ante una berlina de representación de las de antes, sólo que con motor eléctrico. El coche alcanza el 1,51 de alto y ofrece un maletero de 490 litros que no flaquea ante los que ofrecen para estos menesteres los SUV y los crossover. Larga vida a las berlinas, deben pensar en BMW.
Hay dos opciones para equipar al BMW i5: la versión más sencilla es el eDrive40 Auto y ofrece 340 CV con una autonomía de 582 kilómetros. El precio, sin que de momento la marca haya puesto a disposición descuento alguno, se queda en 76.750 euros. Por encima, encontramos al M60 XDrive Auto, que alcanza los 601 CV de potencia y ofrece 516 km de autonomía. El precio, eso sí, es mayor: 114.250 euros según el portal de ofertas quecochemecompro.com.
Ambas versiones equipan baterías de 84 kWh y, por supuesto, permiten disfrutar de las ventajas de la Etiqueta CERO. En cuanto a ayudas a la conducción, no falta ninguna y en lo referido a sistemas de infoentretenimiento, el coche va más que bien servido. A destacar, la inmensa pantalla multimedia que permite controlar todo con un simple golpe de vista y la calidad del cuero que se ha utilizado para los asientos. BMW, de nuevo, acierta con un coche que, si en algún momento es objeto de descuentos notables como otros eléctricos, puede marca una época. Tesla está bien, pero no es BMW.