El Kia Sportage es el rey en ventas de la firma surcoreana. Con su quinta generación estrenada hace un año y medio, el todocamino compacto asiático sigue acumulando ventas. Sin embargo, el Sportage ha visto cómo su hermano pequeño, el Kia Niro, le ha robado protagonismo después de estrenar su nueva versión. Es el peor enemigo del Sportage.
El Niro es algo más pequeño que el Sportage. Pero ofrece la misma calidad. Y en su versión híbrida HEV es mucho más barato. Es cierto que el Sportage es más potente, pero su precio es mucho más elevado, lo que convierte al Niro en una excelente alternativa para los presupuestos que se quedan cortos y los conductores que se conforman con un tamaño más compacto.
El Kia Niro es un SUV que ya ofrece unas buenas dimensiones. Mide 4.420 mm de longitud, 1.825 mm de anchura y hasta 1.570 de altura, con una distancia entre ejes de 2.720 mm y un maletero de 475 litros. Se sitúa por debajo del Sportage, que mide 4.515 mm de longitud y ofrece un maletero de 587 litros de capacidad.
En el apartado mecánico, el Niro HEV se mueve con un propulsor basado en un gasolina 1.6 GDI que, asistido por un motor eléctrico, consigue 141 CV de potencia y 265 Nm de par máximo. Está asociado a un cambio de marchas automático de 6 relaciones y a un sistema de tracción delantera. Y consigue hacer el 0 a 100 km/h en 10,4 segundos, así como una velocidad punta de 165 km/h.
Y en equipamiento, la versión de acceso a la gama incluye el acabado Concept, que es el mismo que monta el Sportage. E incluye de serie:
En sus variantes HEV, el Sportage arranca en 37.600 euros, mientras que el Niro lo hace en 27.298 euros. Y sí, el Sportage consigue 230 CV de potencia por los 141 CV del Niro, pero son muchos a los que no les compensa pagar casi 10.000 euros más pese al aumento de potencia y unos centímetros más.