Si has hecho vacaciones en España este año y te has desplazado en coche, puede que estés muy mosqueado/a con los precios de los combustibles. No obstante, lo cierto es que no haber salido del país te ha ayudado a ahorrarte unos cuantos euros. Te contamos por qué.
Las cosas no cambian en el sector de los carburantes. Parece que vivamos en el día de la marmota, siempre hablando de las subidas de los precios de la gasolina y el diésel. Un problema que afecta a todos los conductores que todavía no se han pasado a la movilidad eléctrica y que seguirá haciéndolo durante los próximos meses/años.
Tal y como señalaba el Boletín Petrolero de la Unión Europea publicado el pasado jueves, el precio de la gasolina en España se sitúa actualmente en los 1,710 euros, mientras que el diésel lo hace en 1,602 euros el litro. Es posible que estas cifras te chirríen si has circulado por autopista. Y es que responden a la media de las gasolineras de España, tanto las low cost como las más caras, que suelen estar en las vías rápidas.
Unos precios que significan un aumento del 1% en la gasolina respecto a la semana anterior, y de un 2% en el caso del diésel. Es la séptima semana consecutiva de subidas.
Asimismo, la gasolina es un 7,34% más cara que en julio y un 9% más que a finales de 2022. Mientras que el diésel ha subido un 11,3% desde entonces, aunque es un 2,5 % más barato que a finales de 2022. Cabe recordar que el gasóleo tuvo un subidón extraordinario entonces, llegando incluso a ser más caro que la gasolina.
Sin embargo, pese a estas altas cifras, poner gasolina en España es más barato que hacerlo en el resto de Europa. Los combustibles fósiles en nuestro país noo exigen un gasto tan grande como lo tendría en Francia, Alemania, Italia o Países Bajos, entre otros. Así que si in te has movido de España este verano, te habrás ahorrado unos cuantos euros sin saberlo. Si circular aquí ya duele en el bolsillo, hacerlo en Europa es un golpe mucho más duro.