Uno de los mayores obstáculos para dar el salto a un coche eléctrico es la autonomía limitada de la mayoría de modelos. Si no escogemos un premium, lo más probable es que la carga se nos quede corta en viajes largos. La buena noticia es que algunas marcas trabajan sin descanso en mejorar autonomía de las baterías.
Dado el alto precio de los coches eléctricos, la autonomía suele dejar mucho que desear. Mientras que la falta de cargadores en la poco desarrollada red de puntos de carga de España también es un problema. Es por eso que urgen soluciones en este aspecto. Y en Toyota tienen una que promete ser una revolución. Los ingenieros japoneses están trabajando en baterías de estado sólido que podrían alcanzar hasta 1.448 kilómetros de autonomía y que estarán listas para salir al mercado en tan solo cinco años.
Estas baterías son diferentes de las tradicionales de iones de litio que estamos acostumbrados a ver en los coches eléctricos. En lugar de utilizar materiales líquidos, estas baterías emplean materiales sólidos tanto en el electrodo positivo (ánodo) como en el electrodo negativo (cátodo). Y esto tiene algunas ventajas muy interesantes.
En primer lugar, estas baterías son mucho más seguras. Los electrolitos líquidos en las baterías tradicionales pueden incendiarse, pero con los sólidos, ese riesgo se reduce considerablemente. Además, estas baterías tienen una mayor densidad de energía, lo que significa que pueden almacenar más electricidad en menos espacio.
Pero eso no es todo. En Toyota aseguran que estas baterías pueden cargarse en su totalidad en tan solo 10 minutos. Es decir, consigues casi 1.500 km en menos de lo que tardas en tomarte un café.
Asimismo, estas baterías también garantizan mayor vida útil. Ello se traduce en un ahorro a largo plazo, teniendo en cuenta que la batería es el elemento más caro de los coches eléctricos. Además, soportan mejor los cambios de temperatura, con lo que la autonomía apenas variará en climas extremos.
Aunque también existen algunos inconvenientes. Por ejemplo, que no hay suficiente litio en el planeta para cubrir las necesidades de estas baterías. Ello puede afectar a su precio a largo plazo. Un aspecto que tarde o temprano debería tener solución. Por ejemplo, utilizando otro tipo de materiales. Sea como sea, parece que poco a poco se van encontrando soluciones que incentivan la compra de un coche eléctrico.