Como no podía ser de otra forma, el principal objetivo que tiene la DGT, la Dirección General de Tráfico, es el de mejor la seguridad tanto en las carreteras como en los núcleos de población a base de normativas y regulaciones.
En este sentido, como es lógico, la DGT va actualizando de forma constante las normativas para adaptarse a los nuevos tiempos y a las nuevas tecnologías, siempre teniendo en cuenta que el objetivo final es aumentar la seguridad.
Es por eso que uno de los objetivos que tienen en el organismo pasa por empezar a ponerse serios con un complemento habitual en muchos conductores, espacialmente en los meses de altas temperaturas donde este complemento cobra mucho más protagonismo: las gafas de sol.
Así, la intención que tiene la DGT es que las gafas de sol que se utilicen para conducir estén homologadas y fabricadas con unos parámetros de calidad y unos requisitos específicos. Requisitos que garanticen una visibilidad óptima que no suponga ningún riesgo ni para el conductor ni para el resto de vehículos.
Y es que desde el organismo apuntan que conducir con gafas de sol normales puede tener graves consecuencias y pueden agravar el problema si no ofrecen la protección adecuada, de ahí que quiera que las gafas que se utilicen tengan un filtro polarizado que elimine estos defectos y que, a la vez, mejore la percepción de los colores para poder identificar más fácilmente las señales de tráfico.
De momento es tan sólo un planteamiento, no es una normativa vigente, pero no sería de extrañar que en los próximos meses esta medida se convirtiera en una normativa, algo que evidentemente implicaría un cambio para muchos conductores que, sin pensarlo, suelen conducir con sus gafas de sol normales.