A medida que los coches eléctricos van tomando control de los parques automovilísticos de los distintos países, vamos conociendo más detalles sobre este tipo de mecánica. Y hay uno de ellos que debemos tener muy en cuenta antes de dar el paso hacia la movilidad eléctrica que tiene que ver con la batería.
La batería es el elemento más caro de un coche eléctrico. Representa alrededor de la mitad del valor del coche. Y si no queremos tener que cambiarla antes de tiempo y arruinarnos, es imprescindible tratarla bien. Es cierto que los expertos sitúan la vida de las baterías en unos 10 años. Un periodo muy corto de tiempo teniendo en cuenta que se supone que es la opción sostenible de movilidad. Porque pasados esos 10 años, probablemente tengamos que comprar un coche nuevo, con todos los residuos que ello genera. Los de combustión interna, en cambio, siempre han sido más duraderos y han dado más oportunidades para alargarles la vida.
Sea como sea, al margen de si los coches eléctricos no son tal ‘eco friendly’ como nos quieren vender, la realidad es que no nos quedará otra que comprar un coche eléctrico antes o después si queremos seguir conduciendo. No hay escapatoria. Y por eso es conveniente conocer detalles que nos ayuden a alargar la vida de un coche eléctrico. Y ello pasa por la batería.
Te habrás fijado en que muchas marcas hablan de las autonomías de sus coches como un valor añadido. Lo que no te cuentan es que esa autonomía no beneficia a la larga vida de las baterías. Los expertos recomiendan no bajar nunca del 20% y no superar el 80% de la carga. Ahora haz cuentas y calcula cuál es el rango recomendado para tu coche eléctrico. Suponiendo que el coche anuncia 500 km de autonomía, las recomendaciones los dejan en solo 300 km. En otras palabras, si usamos toda la autonomía que anuncian las marcas, la batería durará dos telediarios.
Otro factor a destacar es el tiempo de carga. Muchos fabricantes presumen también de ofrecer sistemas de carga compatibles con puntos de carga rápida. Sin embargo, usarlos de forma frecuente deteriorará la batería en menos tiempo. Es decir, usar esa tecnología que propone el fabricante está bien, pero es recomendable recurrir a ella solo para muy de vez en cuando.
Asimismo, para que la autonomía no decaiga rápidamente una vez tengamos el coche cargado, no es recomendable usar sistemas electrónicos cuando el coche está parado, ya que más en proporción que cuando el coche está parado.