Los códigos QR han tomado mucha presencia en nuestras vidas desde la pandemia del coronavirus. En la actualidad, podemos encontrar un código QR con numerosos fines: se usa en entradas para eventos, para leer la carta de un restaurante, para atraer a los consumidores hacia un producto poniendo el código QR en una publicidad... Pero atención, porque los códigos QR también pueden ser el origen de una estafa. Ocurre con los súper cargadores de Tesla, pero puede aplicarse en muchos otros sectores.
Tanto si tienes un Tesla como otro coche eléctrico, puedes beneficiarte de los súper cargadores de la marca norteamericana. Pero con una diferencia: si eres propietario de un Tesla, llegas, conectas el coche y listo. Pero si tienes un coche eléctrico de otra marca, tienes que bajar la app de la marca para usarlos. Y ahí es donde empiezan el lío.
Según advierten desde la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos, hubo chismes de que algunos conductores de coches eléctricos se encontraron con movimientos sospechosos en sus cuentas. Todo empieza con esos códigos QR, algo que ya nos suena a líos desde el famoso BiciMAD en Madrid.
Al parecer, hay un grupo de estafadores que se dedica a pegar códigos QR en los cargadores de Tesla que ofrecen una app en la Google Play Store, de nombre Tesla Super Chargers, que a priori debería permitir cargar el coche. Sin embargo, es una trampa. La aplicación pide los números de tarjetas bancarias para enganchar al usuario a una suscripción no pedida. Con el número de la tarjeta, la app se suscribe con el correo que metiste en un servicio de streaming llamado Pulsler, con unos días gratis y luego te cobran 39 euros al mes. Además, el correo de confirmación puede caer en la carpeta de spam, esquivando tu atención.
Si no quieres que te pase, ten en cuenta que la app de la firma norteamericana, la oficial se llama simplemente Tesla. Y lo más importante: Tesla no pone códigos QR en sus cargadores para bajar la aplicación. En todo caso, debes acceder a la web de Tesla.