Uno de los principales comedidos que tienen la Dirección General de Tráfico, la DGT, es el de intentar mejorar constantemente la seguridad tanto en nuestras carreteras como en los núcleos urbanos en todo lo que se refiere a los vehículos.
En este sentido, cabe tener en cuenta que, al menos hasta ahora, y a diferencia de lo que ocurra en lo que respecta al grado de contaminación de los coches, en nuestro país no hay ningún ningún tipo de distinción a la hora de clasificar a los coches por sus sistemas de seguridad, es decir, por si son coches más o menos seguros tanto para los conductores como para el resto de conductores las vías.
Eso sí, no ha sido otra que la subdirectora de la DGT, Susana Gómez, la que ha apuntado recientemente que “estamos definiendo y estudiando lo que es un vehículo seguro, para analizar qué es una flota segura para que las ciudades determinen qué vehículos pueden circular por ellas y no solo con criterios medioambientales, sino también de seguridad”.
Si bien es cierto que de momento se trata tan solo de una idea, esta idea pasaría por clasificar a los coches en función de su nivel de seguridad, de tal manera que los coches que ciertos coches que no cuenten con ciertos sistemas de seguridad tanto activa como pasiva podrían tener prohibida su circulación en según qué circunstancias en según qué vías.
Como no podía ser de otra forma, los modelos más veteranos de nuestra flota en España serían los que, en muchos casos, y especialmente los de marcas generalistas, lo tendrían más complicado ya que la inmensa mayoría de ellos no cuentan con las actuales ayudas a la conducción ADAS que están pensadas, ante todo, para aumentar el nivel de seguridad en las carreteras.
De momento, sin embargo, desde la DGT asegura que no hay nada concreto en este sentido y que tan solo se está barajando la idea, por lo que, en el caso de que se acaben implantando estas nuevas etiquetas que lo dirán la seguridad de los coches, no será a corto plazo.