Volkswagen ha estado cosechando éxitos en el mercado europeo durante décadas. Sin embargo, no en todos los rincones del mundo les va igual de bien. El drama se está desarrollando al otro lado del mundo, en China.
La preocupación en la sede de Volkswagen es palpable, y con razón. Su posición en el mercado chino, que solía ser firme, ahora se tambalea. Estamos en camino de presenciar el año con las peores cifras de ventas para Volkswagen en China. Y eso que hace unos años Volkswagen era el rey indiscutible en este mercado.
La llegada de los coches eléctricos ha sido un golpe para Volkswagen en China. Los chinos, siempre a la vanguardia de la tecnología, han abrazado los vehículos eléctricos con entusiasmo. Esto no solo ha cambiado la forma en que la gente se desplaza, sino que también ha alterado el juego de la industria automotriz en general.
La realidad es que los coches eléctricos están robándole el protagonismo a Volkswagen en China. Los días en los que la marca alemana dominaba en China se están desvaneciendo rápidamente a medida que los conductores chinos se pasan a la movilidad eléctrica y se decantan por las marcas locales ofrecen una relación calidad/precio mucho más atractiva.
No sorprende que cada vez más chinos opten por los eléctricos y vean a sus marcas locales como las nuevas reinas del asfalto. La reputación y el peso que Volkswagen tenía en China hace años ha disminuido, a la vez que las nuevas generaciones de conductores buscan algo más que un nombre prestigioso. Quieren un modelo que sea atractivo y, sobre todo, asequible.
El drama no es exclusivo de Volkswagen; otras marcas que alguna vez reinaron en China, como Nissan, Hyundai o Toyota, también están experimentando una caída constante en sus cuotas de mercado. Parece que la evolución de la industria hacia los coches eléctricos está teniendo un efecto dominó, y las marcas establecidas están luchando por mantener su poder de ventas.
Aunque el problema no es solo en China. Porque en el continente europeo no sufre tanto, pero Volkswagen (y otras marcas) también está viendo amenazas en su territorio. Marcas chinas, como BYD, Morris Garage o NIO, están ganando terreno con sus eléctricos, y algunos incluso auguran que, en pocos años, podrían dominar el panorama automotriz en Europa.