Porsche se ha cargado a dos de sus modelos más icónicos. El motivo: las nuevas normas de seguridad de la Unión Europea. La marca alemana no está dispuesta a invertir lo que sería necesario para cumplir con los requisitos de protección de peatones y seguridad cibernética.
Las normas anticontaminación no son las únicas que están condicionando a los fabricantes a la hora de diseñar sus vehículos y estructurar sus gamas. Las normas de seguridad también les obligan a implementar nuevos sistemas que aumentan el coste de producción y, por tanto, el precio final para el consumidor. Algo que, inevitablemente, se traduce en menos ventas.
Estos dos modelos son los Porsche 718 Boxster y 718 Cayman. La firma ha anunciado que dejará de venderlos el próximo 1 de julio. Las únicas versiones que sobrevivirán son los 718 Cayman GT4 RS y 718 Spyder RS. Estarán a la venta hasta 2026. Estamos hablando dos de las versiones más exclusivas para los más puristas y amantes de la velocidad de la firma germana.
Los 718 Boxster y 718 Cayman se unen así al Porsche Macan de combustión. Este modelo ya estaba en la cuerda floja, debido a los problemas con el software de control y los retrasos en el desarrollo. Entre eso y la necesidad de invertir en seguridad, Porsche ha dicho "hasta aquí llegamos". Pronto el Macan eléctrico se quedará sin su alternativa de combustión.
Y hablando de novedades, Porsche está trabajando en el lanzamiento del Boxster Eléctrico, que saldrá al mercado prácticamente al mismo tiempo que su hermano eléctrico, el Cayman. La marca está ultimando los detalles relacionados con el tren de rodaje y con las baterías.