El 'boom' de Tesla se está deshinchando. Y los números lo corroboran. La marca de coches eléctricos resurgió hace varios años con el claro objetivo de despuntar y revolucionar el sector automovilístico. Más allá de no conseguirlo, las diferentes problemáticas que han tenido durante los últimos meses dejan a Tesla en una situación algo crítica. Los ingresos de la marca en el último trimestre del 2023 encendieron las alarmas y se espera un 2024 donde deben cambiar radicalmente las estrategias para poder dar un paso adelante.
Mientras los usuarios suman infinidad de problemas -desde goteras en la parte trasera hasta el peligro confirmado del maletero del Cybertruck-, la economía de la marca de Elon Musk puede marcar un antes y un después. Con los números en la mesa, el margen operativo del trimestre pasado fue de algo más del 8%; muchos puntos por debajo del 16% que logró Tesla en el último trimestre del 2022, según datos recogidos por CNBC.
Tesla explicó en su presentación para accionistas que el crecimiento del volumen de vehículos en 2024 "puede ser notablemente menor". La tasa de crecimiento del año pasado mientras la compañía trabaja para lanzar su "vehículo de próxima generación" en Texas. La compañía advirtió a esos accionistas que se encuentra "actualmente entre dos grandes olas de crecimiento".
La realidad es que la situación de los Tesla es cada vez más grave y exigente. Los usuarios están muy enfadados con el rendimiento que tienen los vehículos. La viabilidad de comprar un Tesla es muy complicada, por lo que la exigencia en el mercado se vuelve intrigante con el paso de los tiempos.