Los SUV se han convertido en los reyes de la carretera, relegando a modelos icónicos y queridos por el público. Y son muchas las marcas que han seguido esta tendencia. Entre otras, Renault. La firma francesa ha sido siempre una de las estrellas de las ventas en España. Conocida por su astucia para adaptarse a las necesidades del mercado, ha mantenido una posición privilegiada entre las opciones favoritas de los compradores, gracias a su impecable relación entre cantidad y precio en sus modelos.
Siguiendo la corriente del mercado, Renault, al igual que otros fabricantes, decidió hace un tiempo despedirse de carrocerías más tradicionales, como las berlinas y los monovolúmenes, y lanzarse de lleno a la conquista del terreno de los SUV. Y una de las víctimas ha sido el Renault Scenic, que ha pasado a un segundo plano. Un modelo que, sim embargo, se ha convertido en un auténtico tesoro en el mercado de segunda mano, especialmente para aquellas familias que necesitan espacio y capacidad de carga, pero que no quieren sucumbir a la fiebre de los SUV.
En el año 2017, cuando los SUV empezaban a ganar terreno, Renault lanzó la última generación de este monovolumen familiar. Estaba disponible con dos y tres filas de asientos, y ofrecía una variante mecánica diésel con un sistema de microhibridación ligera, permitiéndole lucir la codiciada etiqueta ECO de la DGT, algo poco común en esos días. Además, en el mercado de segunda mano, podemos encontrar unidades con un rango de precios entre 14.000 y 18.000 €, con un kilometraje aceptable y un motor y equipamiento sumamente interesantes.
Aunque su diseño quizás no encaje con los modelos más modernos de Renault, el Scenic se mantiene vivo y atractivo, con un toque crossover que le sienta de maravilla. Su mejor baza es ofrecer una mejor habitabilidad que muchos de los modelos actuales y una mayor capacidad de carga que varios de los SUV más populares.