Los nuevos planes de Dacia para el futuro: ¿adiós a los low cost?

Hace muchos años, Dacia irrumpió en nuestro mercado con una gama de modelos que, por su precio, eran imbatibles. Aunque inicialmente fueron objeto de críticas por ser considerados opciones básicas y de calidad inferior a las de marcas como Seat, Fiat o Citroën, con el tiempo la marca ha evolucionado. Modelos como el Sandero y el Duster se han consolidado como referentes en su segmento.

No obstante, los planes futuros de la marca, asociada al grupo Renault, indican un cambio en su enfoque de bajo coste. El espíritu de marca low-cost dará paso gradualmente a vehículos más simples pero no tan espartanos como en sus inicios.

Dacia mejora sus modelos, pero también aumenta precios

La confirmación de que el Dacia Logan no regresará a España marca un hito en esta transformación. La estrategia de Dacia para el futuro incluye el lanzamiento de tres modelos clave que podrían cambiar el rumbo de las ventas. El primero en salir será el Bigster, un SUV que se posicionará por encima del Duster y aspira a convertirse en una referencia en un segmento crucial.

Sin embargo, los modelos más esperados llegarán en 2026. Uno de ellos será un compacto, el primer modelo de esta categoría que Dacia lanzará al mercado, sustituyendo al desaparecido Renault Mégane con motores de combustión. Además, una berlina se destacará como el modelo más grande y mejor equipado en todos los aspectos que Dacia haya fabricado hasta ahora.

A pesar de mantener precios ajustados, Dacia se aleja cada vez más del concepto low cost

Estos nuevos modelos seguirán siendo más asequibles que sus rivales generalistas, pero los precios extremadamente bajos del pasado quedarán atrás. Dacia busca distanciarse de su etiqueta de low-cost y posicionarse como una opción más equilibrada en el mercado automotriz.

Es importante tener en cuenta que, a medida que Dacia apuesta por la electrificación, como ha hecho con el Jogger, los precios bajos del pasado se irán desvaneciendo aún más. Mientras que las normativas de seguridad y anticontaminación también tendrán cada vez más influencia, pues exigen cada vez mayores inversiones.